Parece que no ha pasado el tiempo,y es que un año tampoco da para mucho,pero según parece el museo del Rock de Barcelona va a verse obligado a desaparecer tras solo un años de existencia.Ya en concurso de acreedores y con 35000 euros de ingresos y 100000 euros de gasto al mes,parece mas que inviable el proyecto de Jordi Tardà (clásico del circuito del rock Barcelonés) que de momento permanecerá abierto hasta encontrarle una salida por parte del administrador concursal.Malos tiempos para la cultura cuando gobierna la derecha,esa bestia dormida que por fin ha despertado con la promesa de llevarse por delante todo aquello que desprenda el aroma del progreso y la tolerancia.
miércoles, 29 de febrero de 2012
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